Son muchas las emociones que tanto la familia como el animal tienen que aprender a manejar para no desencadenar situaciones de estrés y agresividad una vez la mascota es traída a casa.
El dueño
- Cuando la mascota llega a casa los dueños deben tratar de que la inserción a los espacios sea lo más gentil posible. Si la casa es muy grande se debe tratar de soltar al animal en un espacio pequeño primero para que vaya reconociendo el lugar poco a poco.
- Recibe a tu adoptado con los elementos básicos que necesitará. (Comida, arenero, juguetes, etc,.)
- Si la familia es muy numerosa o hay niños pequeños intenta no dejarles la mascota de primer momento, como si esta fuera un juguete. Educa a tus hijos para que respeten y cuiden al nuevo miembro de la familia.
- Evita ambientes ruidosos desde el primer momento. Ten en cuenta que la primera impresión del animal definirá un tanto su conducta en los próximos meses.
- Si cuentas con más de una mascota, procura esconder a los otros animales mientras el nuevo miembro se adapta. Hazlo poco a poco.
Señales de que mi gato está estresado o algo NO anda bien
- No orinará en el arenero.
- Mostrará miedo.
- Deseos de no participar con la familia.
- Actitudes de agresividad.
Los gatos son muy sensibles y les gusta ser los dueños de su espacio. Si se está integrando a una familia nueva el felino irá poco a poco mientras gana la confianza tanto de sus dueños como del medio que lo rodea. Síntomas de estrés como los mencionados anteriormente pueden empezar a aparecer si no se respeta y entiende la forma de ser de los gatos. Otros factores como los regaños, gritos y los cambios de ambiente también pueden desencadenar problemas de comportamiento y ansiedad.
“Cuando el gato llegue al hogar por primera vez, resguárdalo primero en un cuarto o baño acondicionado con su arenero y juguetes, mientras el animal se acostumbra a su nueva cas. Esto evitará que se asuste y quiera esconderse”.
Señales de que mi perro está estresado o algo NO anda bien
- Destruir cosas materiales, como: muebles, zapatos, ropa, maderas.
- Mostrar una actitud risueña bostezando.
- Lamerse los labios, rascarse, gruñir y mostrar los dientes.
- Esconder el rabo.
¿Qué hacer una vez detectado el problema?
Consulte a su veterinario o algún profesional de terapia felina-canina, o pruebe una rutina nueva con su animal. A los gatos les encanta perseguir cuerdas y cazar ratones, eso liberará mucho estrés en ellos y logrará que se relajen. Con perros intente incluir una rutina de largos paseos o correteos prolongados para sacar toda esa energía acumulada.
En ambas especies la separación y el aburrimiento en casa es un factor preponderante en la aparición del estrés. Así como los seres humanos necesitamos del cariño y de la compañía de nuestros seres queridos para estar estables emocionalmente, los animales también. Ellos también pueden sufrir de estrés y la manera de contrarrestarlo es con amor y un poco de dedicación nunca con castigos ni regaños.
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