Mascotas y niños: presentaciones

Todos tenemos en la cabeza la idílica imagen del niño con su perro, convertidos ambos en los mejores amigos y compartiendo toda una serie de andanzas.  Si bien es verdad que esto es lo que ocurre con más frecuencia, no siempre tiene por qué ser así y es conveniente realizar unas normas de presentación tanto si es el perro como si es el niño el que llega de nuevas al hogar. También hay que conocer las diferencias entre perros y gatos, los animales de compañía más habituales, para adecuar estas normas a las características de cada especie. En este artículo vamos a hablar sobre la llegada de un bebé al hogar.

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Las precauciones previas a la llegada

La llegada de un bebé al hogar va a alterar sin duda alguna la vida de nuestras mascotas. En el caso de los perros es posible que su horario de paseo no vaya a ser el mismo o quizás perros y gatos deban de ceder la que siempre ha sido su habitación al nuevo miembro de la familia. Es muy importante estudiar qué aspectos van a cambiar en la vida diaria y  que estos cambios no se realicen cuando llegue el bebé, sino que previendo su nacimiento se lleven a cabo con la mayor antelación posible. Si comenzamos a los pocos meses de embarazo, para cuándo el niño nazca nuestra mascota estará adaptada a su nueva vida y no asociará negativamente las modificaciones en su rutina con la llegada del niño.

Es importante que si el perro o gato tiene juguetes  tales como muñecos o similares que puedan confundirse con los del bebé se le retiren y se le acostumbre a otro tipo de objetos que no le lleven a error. No es conveniente impedir que el perro o gato entren en la habitación del niño, aunque deben de hacerlo solo si estamos con ellos. Se recomienda comprar los objetos de aseo del niño  para que nuestro animal se acostumbre a todos esos olores. Una vez que el bebé nazca, sería muy importante que un miembro de la familia llevara al hogar un pañal  que haya estado en contacto con el niño durante cierto tiempo para que tenga su olor personal. Se le puede dejar a la mascota en su cama, para que se acostumbre y no lo encuentre tan raro al llegar a casa.

Todos estos consejos harán que nuestra mascota esté mucho más tranquila cuando el bebé llegue a casa ya que los cambios serán menos notables. Al llegar del hospital es habitual que haya mucho trasiego en el hogar de gente que viene a visitarnos y a conocer al nuevo miembro de la familia. Es importante dejar que nuestra mascota disponga de un espacio donde estar a solas y tranquila, pero también demostrarle que sigue gozando de nuestra atención dedicándole un poco de tiempo todos los días.

Por fin en casa

En el momento de llegar a casa la reacción más habitual en el perro es excitarse y querer ver al bebé, mientras que el gato es probable que se marche y desaparezca durante más o menos tiempo. En cualquier caso, debemos de esperar a que pase el instante de excitación inicial en el perro para dejar que vea y olfatee al niño. Solo cuando se muestre tranquilo le enseñaremos al bebé y permitiremos el acercamiento. En el caso de los gatos es mejor que sean ellos los que acaben por ceder a su curiosidad y acudan. Aunque lo más seguro es que no ocurra nada, hay que tener precaución ya que el animal puede tener una reacción inesperada ante algo que no acaba de entender.

Recuerda que los niños que conviven con mascotas desarrollan mejores defensas y suelen ser más resistentes a las enfermedades, así que no des más importancia de la que tiene al hecho de que el animal pueda lamer al niño o a encontrar un pelo en su ropa.

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