La mascota de la familia puede ser una buena ayuda para inculcar a nuestro hijo responsabilidad y valores. Pero es muy importante saber dar a cada niño las tareas que se correspondan a cada edad. De este modo, el niño aprenderá gradualmente a hacerse cargo de su parte del trabajo con el animal. No debemos de olvidar que un niño siempre debe de ser supervisado por un adulto responsable cuando realiza sus trabajos con la mascota para evitar tanto que pueda poner en peligro al animal como que pueda ponerse en peligro el mismo.
Las edades indicadas para cada pauta son meramente orientativas, ya que va a depender del grado de madurez de cada pequeño. Habitualmente las niñas son más maduras que los niños y pueden realizar tareas de mayor responsabilidad antes que ellos pero siempre hay que tener en cuenta las características de cada pequeño individuo.
Niños menores de seis años
Puede parecernos que los niños de corta edad no pueden aprender nada relacionado con los animales, pero no es así, tienen la oportunidad de aprender lo más importante de todo: que son seres vivos a los que hay que respetar. Un niño pequeño debe de aprender que su perro o su gato no son juguetes, que tienen sentimientos y que implican responsabilidades. Aprenderán que no pueden jugar con su mascota siempre que quieran, ya que habrá momentos en los que el animal desee estar solo o esté comiendo y aunque les resulte frustrante deben de respetar esto. También aprenderá que la mascota depende de nosotros en muchos aspectos y que es nuestra obligación atender sus necesidades.
Según el niño vaya creciendo puede ayudarnos a darle de comer al animal o a cepillar su pelo, pero sin dejar que el niño lo haga por sí mismo ya que podrían dañarse mutuamente.
Niños entre siete y once años
A partir de los siete años el niño puede empezar a realizar trabajos sencillos, por ejemplo rellenar el bebedero del perro o del gato o medir su dosis de comida. También puede comenzar a ocuparse del cepillado de su mascota siempre bajo lo vigilancia de un adulto, aunque poco a poco esta vigilancia sea menos evidente y se le permita creer que lo hace por su cuenta.
Niños a partir de doce años
Un niño de esta edad ya debe de tener unos hábitos adquiridos en el cuidado diario de su animal de compañía. En relación con los perros, esta es la edad ideal para aprender a llevar su correa y ser capaz de pasear al can durante sus salidas, para que cuando tenga la edad debida (que dependerá no solo de la madurez del niño, sino del tipo de barrio en el que se viva) pueda empezar a hacerlo por su cuenta haciéndose cargo de los paseos que le correspondan.