La mayoría de los perrosm estarán felices de recibir un nuevo amigo, mientras que algunos no van a estar tan felices con la idea de un nuevo integrante. Si tu perro es hijo único, deberá gustarle la idea de tener compañía sobre todo para los momentos en que tu no estés en casa. Cualquiera que sea el caso, es muy importante hacer la presentación de la forma correcta para ayudarlos a empezar con la pata derecha.
A estas alturas, debes saber si tu actual animal de compañía suele ser amigable o agresivo con otros perros. Con aquellos que se hayan topado en el parque, la veterinaria o bien durante sus caminatas….si bien todos estos encuentros han sido en territorios neutrales, el llevar un nuevo inegrante a su territorio puede desatar una reacción un poco diferente.
Idealmente, las presentaciones deben ser realizadas en territorio neutral, como puede ser un parque. Si es posible, lleva a una persona que pueda ayudarte a manejar a los perros en caso de que haya algún tipo de problema. Asegúrate de que ambos tengan correa puesta antes de empezar con el proceso de introducción. Debes dejarlos empezar por olerse a sí mismos, que es el lenguaje canino universal de saludo. Si están en el exterior y el perro orina, deja que el otro lo pueda oler, ya que la orina le dice a un perro mucho sobre el otro.
Colas moviéndose y comportamiento de juego son buenas señales…si alguno de los dos parece tenso (pelo erizado, gruñendo, mostrando los dientes), sepáralos hasta que se tranquilicen y entonces dejalos acercarse otra vez. El primer encuentro debe ser corto. De ser posible, logra tener más de uno de estos encuentros en territorio neutral antes de llevarlo a vivir a tu casa. Si vives con más de un perro trata de hacer presentaciones individuales, empezando por el más amistoso.
Si por alguna razón, no puedes darte el lujo de una presentación de este tipo, porque hayas recogido un perro de la calle o alguno haya llegado repentinamente a tu hogar, de todas formas hay maneras para hacerlo gradualmente. Empieza por tenerlos en cuartos juntos, si es posible separados por una pequeña reja de bebé, para que puedan acostumbrarse al olor y presencia del otro. También puedes acariciar a uno y dejar que el otro huela tu mano. Después puedes proceder a las presentaciones con correa en un paque o en el jardín.
Cada uno deberá tener sus propios platos, cama y jueguetes. Más adelante habrá que enseñarles a compartir, pero por ahora es mejor que cada uno tenga sus posesiones para reducir los celos y los enfrentamientos. Como el nuevo integrante va a requerir mucha atención, procura también pasar tiempo con los antiguos compañeros para que no se sientan desplazados. Una vez que todos se han adaptado a la rutina, deberás aún tomar precauciones hasta que estés completamente seguro de que no se vana a hacer daño. Cuando salgas de casa, sepáralos en cuartos diferentes, asegurándote que cada uno tenga acceso a sus platos, cama y juguetes.